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Espacio de reflexión

Testimonios

Arnaldo
Normalmente, no tengo la costumbre de distraerme tanto como para no darme cuenta de lo que pasa a mi alrededor. Así, DISFRUTO, ME ALEGRO, SIENTO TRISTEZA, AMARGURA, COMPASIÓN, y veo, siento y vivo el devenir de la vida, de la vida de mis semejantes. Allí siento que, naturalmente, no puedo seguir instalado, tengo que ir a la lucha y dejar crecer en mí la voluntad de ANALIZAR y COMPENSAR el PROBLEMA, tratando de ver cuándo y cómo puedo ser útil.
Maria Clara
A principios de 2019, la enfermedad entró en nuestra casa de manera abrumadora, a mi hermano Carlos le diagnosticaron un cáncer de vías biliares, se inició todo un proceso de consultas, análisis, pruebas específicas, cirugías, quimioterapia, etc. Yo, su única hermana, con la que siempre ha vivido, asumí plenamente el papel de su cuidador, en los 21 meses que lo acompañé y traté, también conté con la ayuda de mi Tiago, que era su ahijado y que en las fases críticas estuvo siempre a su lado.
Raquel
La muerte y lo inevitable.
 Y lo inevitable es hablar de la muerte. Cada individuo cuando escucha la palabra cáncer, la muerte aparece como una de las respuestas asociadas… así como la tristeza, la curación, el dolor, el miedo, el tratamiento, la enfermedad, la pérdida de cabello. Me pregunto, pero ¿por qué no estamos educados y preparados para tratar con la muerte como lo estamos con la historia, la geografía, los mayas, el cuerpo humano? Todos conocemos a alguien que ha tenido cáncer.
Marian
Yo soy Marian, enfermera en el Hospital Infanta Elena actualmente. Vengo de una unidad de ensayos clínicos de oncología, donde la muerte es un día a día. Entraban los pacientes que no tenían oportunidad de tratamiento actual y se sometían a unos ensayos clínicos donde se sentían como conejillos de indias, aunque sea algo que no nos guste decir, ellos se sentían así y teníamos un poco que planificar la muerte fuera de unos protocolos porque tenías que ceñirte al ensayo clínico, pero desde la enfermería (...)
Lola
Yo soy Lola y soy cuidadora de mi padre. He sido cuidadora de mi madre y de rosa. He sufrido dos veces, me fallecieron las dos, pero fueron muy distintas. Mi madre falleció porque llegó su hora, tenía 79 años, era joven todavía, pero por sus enfermedades, se sabía que llegaría el momento.  Rosa no, mi suegra era muy joven, 62 años, ella padecía una enfermedad muy mala y dependía completamente de mí. Ella tenía una traqueotomía, dependía de un respirador, y todo lo hacía dependiente de mí.
Javier
Mi nombre es Javier, soy profesor de la universidad y he vivido el fallecimiento de mi padre, el de mi madre, bastante longeva y recientemente el de mi mujer. Ha sido distinto evidentemente, cada cosa es diferente.
Como me dedico a la enseñanza, me gusta la innovación y he entendido que la enseñanza es algo más que dar clase, es el alumno el que aprende, no es el profesor el que enseña. Me ha llevado a estudiar neurociencia y evidentemente estoy entendiendo que el fallecimiento de mi mujer fue muy duro.
Manuela
Yo soy Manuela, soy cuidadora, llevo 9 años cuidando a mi marido, le doy un ictus cerebral severo, se le quedó la mitad del cerebro dormido, y los médicos me dijeron que si vivía se queda hecho un vegetal, y si no se moría en ese trayecto. Aquello fue un mundo para mí, pero yo ya tenía conocimientos de la muerte. A los 12 años, yo tenía un hermanito que murió, y entonces yo lo que me preguntaba con esa edad, que por supuesto en casa no se hablaba de la muerte, cuando yo vi a mi hermano recién nacido muerto (...)
Rosa
Yo me llamo Rosa, soy estudiante de cuarto de enfermería y bueno, aunque mi experiencia no es el recorrido de muchas de las que estáis aquí, pues yo quería contar que este acercamiento me ha servido  para cambiar mi perspectiva de mirar la vida, mis planteamientos, mi día a día.  Yo cuando entre en enfermería no sabía realmente lo que era, yo sabía que quería trabajar ayudando a gente en situaciones complejas, y la gente me decía “esos son problemas”, “tienes que aprender a no llevártelo a casa”, “vas a sufrir mucho”.
María José
Yo soy María José, soy también estudiante de cuarto de enfermería y este año puedo estar aquí. El año pasado lo intenté, pero como tenía clases, solo pude estar un ratito. Me siento muy vinculada a esto porque cuando yo tenía 15 años, mi padre fue a hacerse una radiografía porque tenía una costilla partida, y en el médico le dijeron que había algo malo, que lo mismo podía ser un resfriado que un cáncer. Así, de primeras, en la frente. Entonces claro, yo tenía quince años y al principio no me contaron nada (...)
Rosa María
Yo soy Rosa María y he sido cuidadora desde que tenía 11 años, porque a mi madre la operaron de un pecho y, aunque no fue cáncer, psicológicamente se la cargaron. Desde entonces padeció una enfermedad mental, siempre estaba enferma, con los nervios desquiciada, ya era horroroso, entonces yo ya desde pequeña me convertí en cuidadora. Cuando mi madre se fue, ella seguía conmigo, con nosotros. Luego después mi padre, cuando ya empezó peor, cuando ya llegó su hora, me cogió con él sola en el hospital, yo le cantaba (...)
Carmen
Yo soy Carmen y me gustaría agradeceros que hayáis compartido vuestras vivencias y demás porque yo más que todo estoy aquí para aprender a través de una mala experiencia que yo he tenido con la muerte. Yo he perdido a mis dos abuelos y a una abuela, pero sin embargo, el más reciente lo he vivido diferente a mi abuela que fue hace más tiempo. Y todo fue porque mi padre es de Almería, yo soy de Córdoba, entonces pues, a ella, que vivía allí, no tenía la oportunidad de verla tanto ni de poder ir a visitarla tanto.
Sonia
Yo sé que hay mucha gente que me quiere porque ellas son encantadoras y, aunque no he podido estar presente en esto, me lo puedo imaginar, porque es que ellas donde vayan solo hablan cosas buenas de mí, que no las merezco, porque si es verdad que yo realizo un acompañamiento profesional y creo que esto es algo fundamental. Empecé todo esto con la vivencia personal de un momento de mi vida muy crucial en el que pasaron muchas cosas que fue el pre diagnóstico de un cáncer en mi hija de cinco años, que al final no lo fue (...)
Rocío
Yo soy Rocío, soy estudiante de enfermería y ahora mismo estoy en cuidados paliativos. Yo hablo un poco desde el dolor porque mi abuela falleció hace siete años pero no intento superarlo o no quiero superarlo porque no quiero despedirme de ella. Mi abuela ha sido una figura que ha estado siempre presente en mi casa y sus últimos cuatro años estuvo viviendo en mi casa. Entonces, como antes comentó el compañero, a veces, cuando nos arrepentimos, no lo hacemos de lo que hemos hecho sino de lo que no hemos hecho.