Sonia García
Enfermera | Máster Oficial en Salud y Calidad de Vida | Gestora de Casos y Coordinadora de Cuidados en Atención Primaria | Profesora Asociada Clínica de la Universidad de Huelva | Formación en cuidados paliativos básicos y avanzados | Formador de formadores de cuidados paliativos | Formación en acompañamiento al duelo | Formación en bioética y espiritualidad.
Enfermera de vocación. Nacida en familia de sanitarios. Mi interés por el arte de cuidar estuvo siempre presente, no recuerdo el momento en que decidí ser enfermera ya que tengo la sensación de que siempre quise serlo.
Enamorada de una profesión que me permite acompañar durante el proceso de vida, enfermedad y muerte. Enfermera de UCI durante 12 años que me han ayudado a forjarme en el acompañamiento a las personas en momentos muy vulnerables en los que la vida y la muerte se sienten muy cercanas: miedos, incertidumbres, ansiedades… momentos en los que un profesional sanitario cercano puede transformar tu vivencia del proceso de enfermedad en una oportunidad saludable de crecimiento personal.
Vivencias personales como la percepción de pérdida de “mi princesa” cuando comenzaba a explorar el camino de la vida y su coincidencia en el tiempo con el proceso final de la persona que me enseñó los valores que hoy sustentan mi propia existencia provocaron una catarsis que me ayudaron a crecer personal y profesionalmente. Entendí que acompañar a las personas y sus familiares en el final de la vida puede ayudarlas a crecer durante el proceso disminuyendo la ansiedad ante la muerte y poniendo el foco de atención en las pequeñas cosas del día a día que nos hacen sentir bien. La formación y la investigación en este campo fueron mi objetivo profesional.
Un grupo de enfermeras removidas todas ellas por vivencias similares y enamoradas del arte de cuidar y acompañar en el proceso final de vida nos unimos para investigar las necesidades sentidas por las pacientes y sus familiares durante su proceso de muerte. El avance en las investigaciones nos ha ido haciendo cada vez más sensibles a necesidades poco visibles en la sociedad actual en la que nuestro foco de atención fundamental es el aspecto físico y en determinados momentos los aspectos emocionales y sociales. Sin embargo profundizar en las emociones de personas altamente vulnerables desde una mirada compasiva nos ha ayudado a abrir nuestros ojos y todos los poros de nuestro cuerpo hacia la percepción de las necesidades espirituales que se hacen mucho más patentes en las personas al final de la vida.
Agradezco a cada una de estas personas a las que he acompañado las enseñanzas que han aportado y me ayudan cada día a ser la mejor versión de mi misma.
Mi relación con las compañeras de Portugal que hoy compartimos este proyecto de comunidades compasivas transfronterizas comienza en el año 2012 donde soy invitada por la Universidad do Algarve a dar una ponencia sobre la gestión de casos en Andalucía y nos vincula mucho más a partir de la participación conjunta en las I Jornadas Internacionales de competencias al final de la vida.